Soltar, dejarte llevar por el viento, moviéndote como una hoja en un árbol. Se queda agarrada a él mientras siente su propio movimiento empujada por el aire y si se cae, vuelve a nacer más fuerte que antes.
Soltar para dejar ir, para sanar, para crecer, para no enfermar.
Las emociones desagradables intentan apegarse a nosotros hasta entrar dentro de nuestra forma de ser. Nos invaden en lo mas profundo y se mezclan con nuestra esencia haciéndonos creer que es nuestro estado normal. Ese fondo que siempre está ahí presente y que sale a la luz en los momentos de más desnudez, cuando menos queremos que aparezca. El que no nos permite soltar tampoco lo que nos rodea, que nos infunde miedo ante cualquier paso hacia adelante.
Cuando una emoción está tan conectada con nosotros suele ser por una herida nuestra mas profunda que no ha podido ser sanada y ahí está, para recordarnos que necesitamos verla y tomar consciencia de ella. A veces es tan dolorosa que nos resulta imposible acogerla y acompañarla, sería como revivirlo, pero no nos damos cuenta que la revivimos una y otra vez en nuestro día día y nos consume, no nos permite vivir de forma plena y nos quita calidad de vida.
Influye en nuestras relaciones mas intimas, entra en nuestras vidas y muchas veces en la de nuestros hijos también, que la tienen delante de ellos, como si se tratara de un espejo, cada vez que aflora con toda su potencia y naturalidad y la acaban haciendo suya o la rechazan tanto que acaban rechazando parte de nosotros. Esta emoción que se mezcla con la conducta y nos hace dudar de nuestra integridad cada vez que hacemos algo que no es coherente con nuestra visión de la vida.
Hay que soltar, hay que dejar ir, hay que liberar esta energía que nos consume y nos quita calidad de vida.
Para hacerlo necesitas verla, validarla aceptando su existencia, necesitas acompañarla escuchándola y solo entonces, podrás dejarla ir. Volverá a verte, pero ya la reconocerás y sabrás como volver a estar a su lado sin que se apodere de tu interior. El malestar es parte de la vida, nos ayuda y nos impulsa a evolucionar hacia lo nuevo y mas grande, hacia lo profundo de nosotros y hacia la libertad de tu esencia.
Gracias por tus palabras. Me han emocionado.
Gracias por esta reflexión te hace que pensar mucho en lo que traemos del pasado y poder sanarlo para estar en paz